Coronavirus y las oportunidades para un mayor desarrollo del modelo de economía circular

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La crisis sanitaria provocada por el Coronavirus ha tenido un impacto directo e inmediato en la polución y contaminación en las ciudades y en el entorno natural. Por término medio, se ha estimado que, el confinamiento y el cese de actividad de muchas empresas en España, ha supuesto un descenso en la contaminación de entre el 80 y el 85%. Algo similar, siendo conscientes de la situación particular de cada país, se está produciendo en el resto del mundo.

Teniendo en consideración estos datos, ¿contribuirá la pandemia a incrementar el cumplimiento de los objetivos del clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU? ¿Supondrá una toma de conciencia y puesta en práctica mayor de los criterios de la economía circular? ¿Significará un paso más en el desarrollo a mejor de la actividad económica y las sociedades, un auténtico cambio de tiempo, o una vez pasado todo, las cosas seguirán más o menos igual?

Por lo pronto, como ha informado El País, se ha creado una gran alianza europea en la que 180 representantes políticos, directivos empresariales, sindicatos y ONG piden que la Unión Europea supere esta recesión de la mano de la lucha contra el cambio climático.

Tuvo que ser otra crisis, la financiera de 2008, la que impulsara la transición desde el modelo tradicional lineal de producción y consumo, todavía dominante, hacia un modelo de economía circular, como pone de relieve la Fundación Cotec.

Un concepto, el de economía circular, que cada vez cala más en la sociedad en general. Sin embargo, ya hay expertos que ponen en duda que con la nueva recesión esta manera de entender el ciclo económico continúe desarrollándose con suficiente brío. De hecho, durante la paulatina recuperación económica que se estaba produciendo en los últimos años, antes del ciclón que ha supuesto el COVID19, el cambio de modelo ya se había estancado y no avanzaba al ritmo necesario y deseado.

Al menos esta es la principal conclusión que se extrae del último Informe sobre la situación de la Economía Circular en España de la Fundación Cotec, que fue presentado en Barcelona en octubre del año pasado.

Mientras que el modelo clásico de producción lineal genera residuos en todas las etapas productivas, así como en la fase de consumo, la economía circular propone un uso más eficiente de los recursos, garantizando un futuro más sostenible. Entre otros avances, la economía circular reduce al mínimo la generación de residuos, prolonga la vida económica útil de los materiales, propicia la reparación de los bienes de consumo e introduce hábitos de consumo alternativos, como el uso compartido.

Este informe analiza la evolución y la situación actual en España de la economía circular. Ofrece nuevos datos sobre gestión de residuos, materias primas, competitividad e innovación, además de recopilar casos de éxito y proponer medidas para favorecer la transición al nuevo modelo económico.

Datos a tener muy en cuenta

Algunos de los datos más significativos que recoge Cotec y que hacen una radiografía de la actividad tanto económica como ciudadana son preocupantes. Los vertidos representan en España el 54% del volumen total (el resto se reparte entre incineración, reciclado y compostaje), más del doble de la media de la Unión Europea (24%) y muy lejos del objetivo establecido por la Comisión Europea para 2030 (10%).

España mantiene, asegura Cotec, patrones de producción y consumo con fuertes rigideces estructurales que dificultan la introducción de modelos más circulares y sostenibles. Otra dificultad para la implantación del nuevo modelo es la falta de indicadores específicos para medir la circularidad en la economía.

Según el Informe Cotec España mantiene patrones de producción y consumo con fuertes rigideces que dificultan la introducción de modelos circulares y sostenibles

El informe recuerda que, en España, en los últimos años, se han desarrollado acciones e iniciativas en administraciones, empresas y organizaciones sociales, pero la implantación de estrategias circulares es todavía incipiente. Insiste también en la necesidad de que exista voluntad política para favorecer la transición hacia una economía circular.

“La hoja de ruta estatal -recuerda el trabajo- ayudará a definir marcos estables, a superar las actuales barreras técnicas y regulatorias, así como a diseñar políticas e inversiones específicas”, todo ellos antes de que llegara la pandemia.

En el trabajo aparecen detallados 167 casos de éxito relacionados con la economía circular, más del triple de los que aparecían en el informe de 2017. La mayoría de las iniciativas recogidas están relacionadas con el reciclaje de residuos, el ecodiseño y las nuevas formas de producción y generación de productos.

Iniciativas y casos de éxito

En este sentido, dos de los sectores y segmentos de actividad cuya contribución al impulso de la economía circular es más claro y patente son las energías renovables y la bioeconomía. En este sentido, las iniciativas y casos de éxito se van incrementando desde hace una década.

Un ejemplo señero en esta dirección son los programas y proyectos en los que participa la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que asegura “mantiene una firme apuesta por la bioeconomía circular desde hace varios años”.

CTA financia proyectos empresariales de I+D+i con fondos propios en este ámbito, y trabaja para movilizar nuevos proyectos y sensibilizar a las empresas e impulsar este sector desde Andalucía.

También ha asesorado a las Administraciones Públicas en el desarrollo de sus estrategias de Bioeconomía y Economía Circular. Y, además, ofrece apoyo técnico y legal en procesos de Compra Pública de Innovación “verde” (Green PublicProcurement) y participa en proyectos europeos que promueven la bioeconomía circular.

Como miembro del BioIndustriesConsortium (BIC), CTA participa en el diseño de los programas europeos de financiación en bioeconomía de la BioBased Industries JointUndertaking (BBI JU).

El director general de CTA, Elías Atienza, explica que “CTA defiende y promueve desde hace varios años un compromiso expreso con la Bioeconomía Circular”, que consiste en un nuevo modelo económico con el que se pretende hacer frente a grandes desafíos como la alimentación de una población creciente, la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.

Con estos fines, la bioeconomía circular “reutiliza la biomasa desechada por determinadas industrias para convertirla en coproductos aprovechables por otras industrias. De esta forma, por un lado, se utilizan recursos biológicos renovables para sustituir recursos fósiles -más contaminantes y finitos- y, por otro lado, se tiende a una economía de residuo cero, en la que la vida útil de los recursos se alargue lo máximo posible”, sostiene Elías.

Los proyectos en los que participa CTA relacionados con la Bioeconomía Circular son:

SuperBIO

SuperBIO es un proyecto con 10 socios de 6 países europeos financiado por el programa Horizonte 2020. SuperBIO ha construido más de 40 nuevas cadenas de valor innovadoras en bioeconomía de carácter internacional. Ha prestado servicios de innovación, financiados al menos en un 75%, a más de 37 pymes para madurar sus modelos de negocio y dar lugar a cerca de 40 nuevas tecnologías, bioprocesos y bioproductos.

ICT-BIOCHAIN

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y CTA participan, junto a otros 6 socios, en el proyecto europeo ICT-BIOCHAIN, financiado por la iniciativa conjunta BBI JU en el marco de Horizonte 2020, para impulsar la digitalización de las cadenas de suministro de biomasa. El proyecto lanzará dos Digital Innovation Hubs, uno de los cuales se ubicará en Andalucía como región piloto.

EXCornsEED

El proyecto EXCornsEED aglutina a 13 socios de 8 países europeos y cuenta con un presupuesto de 7,2 millones de euros para desarrollar tecnologías sostenibles que permitan obtener ingredientes funcionales para alimentación, productos químicos y cosmética a partir de los efluentes secundarios de biorrefinerías de maíz, bioetanol y biodiésel.

UrBIOfuture

El proyecto UrBIOfuture, con un presupuesto de cerca de 1 millón de euros cofinanciado por la BBI JU en el marco de H2020, pretende fomentar la educación europea en bioeconomía a través de la creación de carreras universitarias, nuevos programas formativos y actividades de investigación en un sector en pleno crecimiento.

EMPORIA4KT

El proyecto europeo EMPORIA4KT, financiado por el programa Interreg-Espacio Atlántico, centra sus esfuerzos en ayudar a transferir los resultados de investigación para crear valor e impulsar la Economía Azul europea, que es aquella que representa todas las actividades económicas relacionadas con los océanos, mares y zonas costeras e incluye industrias como la pesca, la construcción naval, el turismo y la energía oceánica.

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