La multinacional GMV contribuye a la futura exploración lunar

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Cuando se han cumplido 50 años del momento histórico en el que el hombre pisó por primera vez la superficie de la Luna, una hazaña considerada universalmente como uno de los mayores logros en la historia de la humanidad. En esos años, la Luna estaba en el centro de la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Sin embargo, a mediados de los 70, la exploración de la Luna se frena bruscamente.

Si desde 1958 hasta 1976, se lanzaron 100 misiones a nuestro satélite, en los 14 años siguientes, hasta 1990, no se lanzó ninguna. Desde 1990 hasta 2007 sólo hubo cuatro misiones menores hacia la Luna, todas ellas de bajo coste y orbitadores ligeros: una misión japonesa, Hiten; dos pequeñas sondas americanas, Clementine y Lunar Prospector; y la sonda europea de demostración tecnológica SMART-1.

En esta última, GMV jugó un papel relevante durante la fase de diseño y optimización de las posibles trayectorias a la Luna utilizando la incipiente propulsión de bajo empuje, así como el desarrollo y operación de las herramientas necesarias para el control de la trayectoria real y la puesta en órbita de la sonda antes de su destrucción final sobre la superficie lunar.

A partir de 2007 se renueva el interés de la NASA por la Luna, así como del resto de agencias espaciales. En esos años tiene lugar el lanzamiento de cuatro misiones lunares importantes: la japonesa Kaguya, la china Chang’e 1, la india Chandrayaan-1, y la estadounidense LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter). Esta última, lanzada en 2009, fue la exitosa misión de la NASA en su regreso a la Luna después de una década, con el fin de preparar el futuro asentamiento del hombre en la Luna, analizando entre otras cosas, el emplazamiento idóneo para una base lunar permanente. “En esta misión GMV tuvo un papel destacado proporcionando el sistema de planificación y programación de la misión, en base a su producto comercial flexplan”, señalan desde la multinacional española.

El paple de GMV en el resurgir lunar

A día de hoy la historia de la exploración lunar se ha reavivado de nuevo y GMV está también escribiendo su futuro más inmediato, ya que actualmente GMV actúa como responsable del diseño del sistema de Guiado, Navegación y Control (GNC) de la misión internacional Heracles, actividad preparatoria de lo que puede suponer la vuelta real del hombre a la Luna. La Agencia Espacial Europea (ESA) lidera esta misión, en la que también colaboran la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).

La misión Heracles tiene como objetivo recuperar muestras lunares recogidas mediante un róver durante un periodo de dos meses, en coordinación permanente con la futura estación lunar Gateway, desde donde, saldrán dichas muestras en dirección a la Tierra. Después del envío, el róver seguirá explorando la Luna para preparar futuras misiones humanas durante un año.

En la misión internacional Heracles, GMV encabeza el consorcio que está diseñando el sistema de Guiado, Navegación y Control (GNC) para el ascenso desde la superficie de la Luna, para la transferencia de órbitas y para el rendezvous y docking (encuentro y acoplamiento) con el Gateway.

En paralelo GMV es responsable del GNC de la fase de rendezvous y docking en uno de los dos estudios de sistemas, el liderado por Thales Italia, que la ESA está llevando a cabo en paralelo para diseñar el componente de descanso de la misión Heracles.

En la misión Heracles confluyen varios desafíos tecnológicos relacionados con la propulsión, el GNC, las comunicaciones o el control combinado desde la Tierra o desde la estación lunar Gateway. Desde GMV señalan que “la misión supone un gran reto en la exploración espacial para Europa y sentará las bases para la futura colonización de nuestro satélite natural” y las misiones a planetas más lejanos.

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