El campus de la Universidad Loyola en Sevilla, el primero en el mundo con la certificación medioambiental Leed Platino

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El campus de la Universidad Loyola situado en la localidad sevillana de Dos Hermanas ha conseguido el certificado medioambiental Leed Platino, por la sostenibilidad íntegral de todo el complejo. Es el primer campus integrado en el mundo que obtiene esta certificación que concede el USGBC (U.S. Green Building Council) tras exhaustivos controles y comprobaciones de hasta 110 indicadores.

Indicadores que se refieren a sostenibilidad de instalaciones, eficiencia del consumo de agua y energética, utilización de materiales y recursos, calidad ambiental interior, diseño e innovación y cumplimiento de las prioridades de sostenibilidad en su localización.

“La sostenibilidad es una de las líneas de actuación e investigación de Loyola como universidad. Las instalaciones que ocupamos reflejan exactamente eso, nuestra voluntad por conservar las condiciones de vida y la creación de un espacio en el que formar a otros en su respeto y cuidado”, ha comentado Gabriel Pérez Alcalá, rector de la Universidad Loyola.

Sostenibilidad global

La Universidad Loyola hace hincapié en que esta apuesta por la sostenibilidad se ha materializado en numerosas medidas. En lo que respecta a los materiales, más del 20% de los materiales del edificio provienen de usos anteriores, y más del 30% tienen extracción y producción a menos de 800 kilómetros evitando o minorando así de forma importante los perjuicios medioambientales inherentes a los grandes desplazamientos de materiales.

También hay que destacar el empleo de vegetación autóctona en la parcela, lo que redunda en menos riesgos para flora local existente, menos consumo de agua y mejor tasa de supervivencia de las especies implantadas. Las zonas ajardinadas ocupan 12.100 metros, donde se han plantado 173 ejemplares de 14 especies distintas de árboles y 41.736 ejemplares de 63 especies distintas de arbustos vivaces y tapizantes.

Asimismo, en el uso eficiente del agua, destaca la construcción de un aljibe para la implantación de un sistema de recuperación parcial de aguas grises para el uso en inodoros, además de la correcta gestión del agua de lluvia en la parcela.

En cuanto a las medidas de eficiencia energética, destacan entre otras, la adecuada orientación del edificio -principalmente Norte y Sur y el control del soleamiento (velas, voladizos) para impedir ganancias excesivas de calor a través de las fachadas que son ventiladas; la envolvente del edificio (cubiertas, fachadas, ventanas) está muy cuidada para minimizar las ganancias y pérdidas energéticas excesivas; los colores de los materiales de cubierta son reflectantes, para evitar la acumulación del calor recibido por radiación; y la instalación de paneles fotovoltaicos con una producción máxima de 250 KWp, lo que supone una disminución del consumo energético neto del edificio. En conjunto, las medidas implementadas suponen que el edificio consume alrededor de 40% menos de lo que consume un edificio similar que simplemente cumpliera la normativa vigente.

Como subraya la universidad, “la propuesta de Loyola ha superado el concepto de campus tradicional, convirtiéndolo en un ejemplo de eficiencia, responsabilidad y tecnología al servicio de las personas. La construcción del complejo, de 29.000 metros cuadrados de superficie, diseñado por luisvidal + arquitectos y con Bovis como Project Manager en la construcción, se desarrolló en un tiempo record de 17 meses y desde el 2 de septiembre de 2019 acoge a una comunidad universitaria de más de 2.500 personas entre personal y alumnado. En su construcción participaron más de 25 empresas.

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