Entre los requisitos para obtener la certificación ecológica figuran el bienestar animal, la alimentación natural y la protección del medioambiente, además de la información del etiquetado que incluye método de producción y origen del alimento. 

F. L. P.   I    flobo@mercados21.es   I    Síguenos en @Mercados21   I    20/02/2013

La comunidad andaluza cuenta actualmente con 1.813 operadores en el ámbito de la producción de carne ecológica, sobre todo de ganado ovino, con 326.000 cabezas; seguido de vacuno (57.800), caprino (36.600), de gallina (21.200) y pollo (7.550), además de las colmenas (22.900) y el esturión ecológico (16.700 unidades), según datos difundidos por la Asociación Valor Ecológico.

En Andalucía destaca la producción de carne ecológica, sobre todo de ganado ovino, con 326.000 cabezas;  vacuno con 57.800; y caprino con 36.600.

Tras la polémica suscitada en torno a la procedencia de algunas carnes comercializadas y al notable aumento de las hectáreas dedicadas a la producción ecológica en España durante el año 2011, esta entidad sin ánimo de lucro ha querido informar a los consumidores de las ventajas sanitarias y medioambientales de los productos ecológicos, además de puntualizar que el etiquetado de todas las unidades envasadas incluye un distintivo europeo y del organismo de control que lo certifica (marca CAAE) que garantiza que la carne de ese ganado cumple los “más estrictos requisitos” de calidad y procedencia del alimento, según informa la Asociación.

Concretamente, el Reglamento (CE) 834/2007 regula la producción y el etiquetado de los productos ecológicos, según el cual, la ganadería ecológica “debe responder a las necesidades del comportamiento propias de cada especie”, mientras que la atención veterinaria debe basarse en la prevención de enfermedades. En este sentido, han indicado, debe prestarse “atención especial” a las condiciones de estabulamiento, las prácticas pecuarias y la carga ganadera.

“Cuando el consumidor demanda carne ecológica debe saber tres cosas básicas: consume un animal que sólo se ha alimentado de manera natural, en su cría se ha garantizado el bienestar de la especie y ha sido una condición imprescindible la protección del entorno para su producción. Esto, a su vez, deriva en un alimento más sabroso que la carne convencional, gracias a la recuperación de todas sus propiedades organolépticas. Además, la ganadería ecológica no se alimenta de productos manipulados con aditivos químicos, sino de pastos naturales o piensos ecológicos”, han explicado.