¿Qué nos ha enseñado este verano?

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Mercados21 | ¿Qué nos ha enseñado este verano?

Agosto es el mes preferido por la mayoría de los españoles para disfrutar de sus vacaciones estivales. Considerado también como un mes de bajo volumen de contratación en Bolsa, en agosto de este año el índice selectivo español Ibex 35 cayó un 9% aproximadamente. Un inversor en Renta Variable con productos referenciados al Ibex 35 que se hubiera ido de vacaciones en Agosto se encontraría a su vuelta con una pérdida importante en el valor de su cartera.

Efectivamente, si algo nos ha enseñado el pasado mes de agosto es que la Renta Variable es variable, como su nombre indica, y que si queremos desconectar de los mercados y disfrutar de las merecidas vacaciones, tenemos que dejar las carteras “bien atadas”, y eso supone, limitar las potenciales pérdidas para evitar este tipo de sustos a la vuelta. La compra de acciones o de ETFs (fondos cotizados en Bolsa) sobre índices de Renta Variable supone asumir un riesgo direccional y por tanto, conlleva una posible pérdida asociada a que los activos no sigan la tendencia esperada, si bien, dicha pérdida debe limitarse y para ello, se tiene que definir un nivel máximo de pérdidas o stop loss.

Cuando se invierte en Renta Variable hay que seguir un método y ser disciplinado. Dicho método debe contemplar la posibilidad de equivocarse que, de hecho, será lo más frecuente. La forma de no descapitalizarse consiste en saber reconocer el error y cerrar la posición vendiendo las acciones o los ETFs rápidamente, para que no supongan una merma importante del patrimonio y sean recuperables. Un inversor de Renta Variable que esté comprado de acciones o ETFs sobre índices de Renta Variable, y que, por diversos motivos (fiscal, operativo, etc) no quiera deshacer su posición y quedarse en liquidez durante sus vacaciones, puede llevar a cabo una estrategia de cobertura de contado para limitar sus posibles pérdidas si se producen turbulencias en los mercados.

Cobertura con Warrants PUT

Para no llevarse sustos a la vuelta de las vacaciones, el inversor puede cubrir su cartera de contado (acciones y ETFs) mediante la compra de un producto que gane valor cuando el activo caiga y compense en parte la pérdida que experimenta la cartera, es decir, a través del Warrant PUT que, además de ser un excelente instrumento de inversión o especulación a la baja, también sirve para cubrir carteras mediante una estrategia de cobertura estática o a vencimiento muy sencilla de llevar a cabo.

En efecto, cuando un inversor tiene o adquiere una cartera de acciones o ETFs referenciados al índice selectivo Ibex 35 valorada en 30.000 euros, con el índice en 10.000 puntos, su perfil de riesgo, excluyendo los costes de intermediación, es de ganancias por encima de los 10.000 puntos y de pérdidas por debajo de los 10.000 puntos.

Sin embargo, con la compra de Warrants PUT, en esa misma situación cambiará el perfil de riesgo de la cartera, ahora formada por las acciones o ETFs y los Warrants PUT. En un entorno bajista, la revalorización de los Warrant PUT compensa en parte la depreciación de las acciones o ETFs referenciados al Ibex 35, de forma que, con independencia del descenso del Ibex 35, el inversor sólo habría tenido que asumir el coste de la cobertura, que es la máxima pérdida.

Por eso, si algo nos ha enseñado el mes de agosto es que en las próximas vacaciones será necesario llevar a cabo una estrategia de cobertura con Warrants PUT para poder desconectar, descansar y empezar el curso sin sustos a la vuelta. Además, en lo que resta de año, los inversores españoles van a tener que estar atentos a varios frentes: elecciones nacionales, subidas de tipos por parte de la Fed, dinamismo de la economía China, etc. Y, por tanto, si los mercados vienen con volatilidad, quizás sea conveniente cubrir las carteras.

Ejemplo práctico

En este caso concreto, para saber cuántos Warrants PUT son necesarios para cubrir la cartera de acciones o ETFs referenciada al Ibex 35 y valorada en 30.000 euros cuando el índice cotiza a 10.000 puntos, aplicamos la siguiente fórmula:

En relación al Warrant PUT, suponga las siguientes características:
Subyacente = Ibex 35
Strike (o Precio de Ejercicio) = 10.000
Paridad 1000/1 (representa el número de Warrants necesarios, en el numerador, para tener derecho al activo subyacente del denominador)
Vencimiento = 2 meses
Precio de compra (Ask) = 0,5 euros.

formula

Al cubrir una cartera de acciones o ETFs referenciados al Ibex 35 con Warrants PUT sobre el Ibex 35, la Beta es 1. Por tanto, según la fórmula anterior, se deben comprar 3.000 Warrants PUT Strike 10.000 que, con un precio unitario de 0,5 euros, supone una inversión de 1.500 euros que representa un 5% del valor de la cartera (1.500/30.000). Ese 5% es el coste de la cobertura y la máxima pérdida de la cartera cubierta, con independencia de lo que pueda caer el índice Ibex 35.

Al tratarse de una cobertura estática o a vencimiento la máxima pérdida estará vigente hasta el Vencimiento de los Warrants PUT, en el ejemplo, 2 meses. Y por tanto, si en el Vencimiento de los Warrants PUT, el Ibex 35 hubiera subido un 15%, el valor de la cartera cubierta sería:
+15% sobre 30.000 euros (acciones o ETFs) = 4.500 euros; siendo el importe de liquidación de los Warrants PUT = 0 euros y por tanto, el resultado sería +3.000 euros, es decir, una ganancia bruta del +10%.

Por otro lado, si en el Vencimiento de los Warrants PUT, el Ibex 35 hubiera bajado un 15%, el valor de la cartera cubierta sería:
-15% sobre 30.000 euros (acciones o ETFs) = -4.500 euros; siendo el importe de liquidación de cada Warrant PUT = 1.5 euros [(Strike – Ibex 35)/Paridad] = [(10.000 – 8.500)/1000] y por tanto, para los 3.000 Warrants PUT supondría +4.500 euros.

De esta forma, el inversor sólo habría tenido que asumir el coste de la cobertura que es la máxima pérdida y representa el 5% (los 1.500 euros que invirtió en los Warrants PUT). Además, si en el Vencimiento de los Warrants PUT, el Ibex 35 hubiera bajado un 20%, el resultado de la cartera sería el mismo, un -5% que seguiría siendo el coste de la cobertura y la máxima pérdida con independencia de cuánto caiga el Ibex 35.

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