Hacienda grava con el 20% los premios superiores a 2.500 euros
- Escrito por Redacción
Desde el 1 de enero del presente año, Hacienda se queda con el 20% de todos los premios superiores a 2.500 euros obtenidos en los sorteos comercializados por Loterías y Apuestas del Estado, con la intención de recaudar un total de 824 millones de euros. El ‘Sorteo del Niño’ ha sido uno de los primeros en los que se ha aplicado este nuevo impuesto.
Redacción I Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. I 08/01/2013

De esta manera, los beneficiarios de cualquiera de estos premios, ya sean personas físicas o entidades privadas (éstas deberán tributar un 10% adicional, es decir, un 30% en total) verán reducidos de forma considerable el importe real de los premios obtenidos, que hasta 2012 estaban exentos del pago de impuestos, y sólo se tributaban en los años posteriores por los rendimientos que generaba ese dinero.
El ‘Sorteo del Niño’ ha sido uno de los primeros en los que se ha aplicado el nuevo cargo impositivo, vigente para los años 2013 y 2014, que además se ha articulado como una retención a cuenta, lo que significa que el agraciado ha recibido la cantidad que corresponde tras haberle descontado el impuesto, de manera que no será necesario presentar una autoliquidación por la carga fiscal. Por ello, los 2.000.000 de euros por serie (200.000 euros por décimo) han pasado a ser por décimo 160.000 para el premiado y 40.000 euros para la Hacienda Pública.
Otras medidas fiscales para 2013
Más allá del nuevo impuesto sobre los premios de Loterías y Apuestas del Estado, el proyecto de Ley de Medidas Tributarias incorporará otras normativas para 2013 como la Deducción por vivienda, que no permitirá deducirse un 15% del gasto destinado a pagar la hipoteca a aquellos contribuyentes que adquieran una vivienda a partir de enero de 2013; así como las Plusvalías hasta un año, que no tributarán como rendimiento del ahorro en el IRPF sino que se equiparán a las rentas del trabajo.
A éstas, se han unido también el Impuesto de Patrimonio, que gravará la riqueza neta de los contribuyentes a partir de los 700.000 euros; y la Actualización de balances, que supondrá adecuar los datos contables de las compañías en función de la inflación.